Coro de Cámara Rías Baixas, Bruno Díaz
No lloréis, mis ojos.
Niño-Dios, callad,
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Vuestra Madre hermosa,
que cantando está,
llorará también
si ve que lloráis.
O es fuego, o es frío
la causa que os dan.
Si es amor, mis ojos,
muy pequeño amáis.
Enjugad las perlas,
nácar celestial,
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?